23rd diciembre 2020
La Unidad del Dolor del Hospital Ramón y Cajal de Madrid acoge a los primeros pacientes del Sistema EQSA de los que se esperan grandes resultados.
El proyecto CHRONIC PAIN, financiado por el programa EIT Health de la Unión Europea con una duración de dos años y un presupuesto total de casi 1M€, tiene como objetivo el desarrollo de un dispositivo médico que ayudará en la evaluación del dolor y los trastornos sensoriales, concretamente dirigido a pacientes con Síndrome de Cirugía de Espalda Fallida (FBSS). El pasado 4 de noviembre comenzó el ensayo del sistema de evaluación sensorial cuantitativa eléctrica (EQSA) con los primeros pacientes en la Unidad del Dolor del Hospital Universitario Ramón y Cajal.
Además de al Servicio Madrileño de Salud, que participa a través de la Fundación de Investigación Biomédica del Hospital Ramón y Cajal, el consorcio incluye a Tecnalia, específicamente a su unidad de Neurorrehabilitación, y a Fesia Technology, una spin-off de Tecnalia especialista en estimulación eléctrica funcional. Finalmente, el área de Innova dentro de la unidad de Integrated Health Solutions de Medtronic Ibérica participa en este proyecto para facilitar la escalabilidad del dispositivo EQSA.
Aquellos pacientes diagnosticados con FBSS perciben un dolor crónico persistente, normalmente en la parte baja de la espalda que a menudo se origina después de una cirugía de columna que ha tenido éxito desde el punto de vista técnico y anatómico, pero que no consigue paliar el dolor del paciente por circunstancias desconocidas. Una de las opciones para tratar esta condición es a través de la terapia de estimulación de la médula espinal (SCS), que consiste en implantar unos electrodos a nivel de la médula que envían una corriente eléctrica suave y continua para enmascarar la señal de dolor. Antes de su implantación, los pacientes deben someterse a una fase de prueba para evaluar la respuesta al implante. Los pacientes que experimentan un alivio del dolor notable en la fase de prueba pueden ser candidatos para un sistema de neuroestimulación implantable. Sin embargo, dado que los sistemas de diagnóstico empleados actualmente son subjetivos (escalas, cuestionarios, etc), hay casos en los que los pacientes no responden bien al tratamiento a pesar de que haya habido éxito en la fase de prueba. Hasta un 20% de los pacientes no responden a la terapia de SCS.
Para atacar este problema, el consorcio está desarrollando el sistema EQSA. El dispositivo es un estimulador portátil de electrodos multi-campo con una interfaz de usuario integrada, capaz de estimular diferentes fibras nerviosas del paciente con estímulos eléctricos según las indicaciones del profesional médico, de forma que permitirá ayudarles a tomar decisiones más precisas acerca de la elegibilidad de un paciente a la terapia SCS. De esta manera se espera reducir el ratio de no respondedores al tratamiento de SCS de pacientes con dolor crónico originado por el FBSS y reducir el número de intervenciones quirúrgicas, aumentando el valor de cara al paciente, con el correspondiente ahorro de recursos económicos y hospitalarios.
Este sistema supondrá un gran avance puesto que será capaz de aumentar la precisión con la que los clínicos determinan qué pacientes son elegibles para la terapia SCS.